Esperanza..

Y terminé hace una semana mi libro. Todavía no logro entender cómo es que termina así... ¿Será que es un poco lo que nos pasa diariamente?

El tiempo continua avanzando en el libro, y en un momento dado, se dan cuenta de que el mundo entero había quedado ciego. Se nos describe un mundo en el que nadie puede ver; en el que el caos reina; y en el que el ser humano pareciera haberse perdido. Sólo la mujer del médico puede ver. Sólo ella sabe y comprende lo que está sucediendo. Sólo ella nos inspira algo de respeto. Y sólo ella nos da esperanza.

Y sin embargo, no logro entender cómo es que de un momento para el otro, uno de ellos comienza a recuperar la vista, y paulatinamente, todos la recuperan. El mundo vuelve a ver. Al menos físicamente hablando. Es un momento raro. Pareciera que se nos "enseña" acerca de la importancia de no andar creyendo que somos ciegos por la vida, cayendo en un individualismo brutal.. pero al mismo tiempo, es en la ceguera en donde lo peor de cada uno queda expuesto. 

"Es una gran verdad eso de que el peor ciego es el que no quiere ver, Pero yo quiero ver, dijo la chica de gafas, No por eso vas a ver, la única diferencia es que dejarías de ser la peor ciega" Pág.300-

"Bien cierto es que lo dificil no es vivir con las personas, lo dificil es comprenderlas" Pág. 303-

El libro está lleno de sentencias que esconden verdades, fundadas en verdades. Y quiero destacar la siguiente frase, al final, Saramago nos revela lo siguiente:

"Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que viendo, no ven".

Gracias Saramago por este libro!

Cosas fuertes si las hay...

Me había alejado un poco del libro. Debo admitir que en el medio de la rutina cotidiana muchas veces me cuesta encontrar un momento de lectura. Sin embargo, creo que pude leer mejor la parte que me estaba esperando...

De golpe, en el manicomio en que se encuentran, en el lugar que parecía tan seguro, todo se vuelve violento. A medida que leía los acontecimientos, no me dejaba de hacer eco la frase que la mujer previamente había pronunciado: "el mundo entero está aquí adentro". De golpe la ceguera lo cubre todo. Ya no se trata de una ceguera física, sino que ahora pareciera abarcar todas las realidades humanas: la solidaridad, el amor, el respeto, la dignidad; la ética: el ser humano ha quedado ciego de su naturaleza. Ciego en todos sus sentidos también. Ya no puede distinguir entre olores: todo allí huele igual de mal. Menos aún logra gustar: existe una gran hambruna, y cuando hay hambre bien sabido es que no hay pan duro. El oído es lo único que de a ratos los hace sentirse vivos; y el tacto queda unido al placer. Es una ceguera que no sólo se expande a nivel cuantitativo, sino que ahora es también cualitativamente peor. 

Y automáticamente nos vemos insertos en un ámbito de violencia, donde reina un mundo que no conocemos, donde no nos sentimos cómodos; al menos no de manera tan cruel. Se borran todos los límites que pudieran existir, y ya no quedan más tabúes: los ciegos se dividen entre "los ciegos buenos" y los "malvados". Hay un arma. Hay muchos dispuestos a lo que sea. Hay hambre. Hay sexo. Hay violación. Hay muerte. ¿Hay seres humanos?


Y Saramago nos sigue guiñando, nos sigue mostrando que nosotros también somos parte de este mundo que él describe. Nos sigue diciendo que nosotros podemos ser uno de ellos; que muchas veces lo hemos sido, y que muchas veces quizás lo volveremos a ser. Es un mundo donde se dan casos concretos. Donde lo que pareciera en leyes universales estar completamente mal, aquí aparece como un gris. Un gris con el que estamos de acuerdo. Hay infidelidad... pero es consentida. Hay muerte... pero es justificada. Y lo que más me llama la atención, es que no hay necesidad de juzgar. Simplemente sucede. Nadie nos pregunta opinión, como si la ceguera hubiera invadido allí, y de golpe las leyes humanas hubieran sido modificadas. Modificadas por Dios sabe quién, pero modificadas al fin, y sin ser cuestionadas. ¿Será acaso que no podemos ser tan tajantes en la vida? ¿O es qué la ceguera nos ha ablandado? ¿Qué ha entrado en el manicomio... y qué ha quedado fuera?

"Calla, dijo la mujer del médico, callémonos todos, hay ocasiones en las que de nada sirven las palabras" Pág. 180

"Era un diálogo insignificante, era un diálogo profundo, si pueden darse juntos esos contrarios" Pág. 180/181

"Éste es el retrato de mi cuerpo, pensó, el restrato del cuerpo de cuantas aquí vamos, entre estos insultos y nuestros dolores no hay más que una diferencia, nosotras, por ahora, todavía estamos vivas" Pág. 187

"Vieja y asesina, pensó, pero sabía que si fuese necesario volvería a matar, se pregunto a sí misma mientras se dirigía hacia el zaguán, y a sí misma se respondió, Cuando está muerto lo que aún está vivo. Movió la cabeza y pensó, Qué quiere decir esto, palabras, palabras, nada más." Pág. 197

"Pero ahora da lo mismo, en la muerte la ceguera es igual para todos" Pág. 214

"No saben adónde ir, y es que no hay comparaciñon entre vivir en un laberinto racional, como es, por definición un manicomo, y aventurarse, sin mano de guía ni traílla de perro, en el laberinto enloquecido de la ciudad" Pág. 221

"A fin de cuentas, lo que está claro, es que todas las vidas acaban antes de tiempo" Pág. 222


Y avancé en mi lectura...



Es muy raro, no puedo dejar de pensar al pasar cada página los ritmos que nos hace manejar el autor con su excesivo uso de las comas (“,”) y su falta de puntuaciones fuertes. Es como si fuera todo un suceso continuo, un instante eterno en donde la persona no puede actuar, sino que meramente suceden los hechos sin que nadie pida permiso para irrumpir. Desde el minuto uno que se da una secuencia que simplemente se reduce a eso: un conglomerado de sucesos que tienen un hilo conductor cronológico, pero en donde casi no hay lugar para el pensamiento.

Muy pocas veces nos deja respirar. Muy pocas veces nos habla de sentimientos. Muy pocas veces hay lugar para lo abstracto. Sin embargo... ¡Qué profundas resultan esas veces! Me impresiona. De golpe se nos presenta una frase que ilumina aquello que está siendo vivido. Se nos presenta a lo largo del texto, en medio de tanta confusión, junto a tanta ceguera; es una frase que sintetiza, y que a la vez introduce. Nos introduce en un mundo que luego no será profundizado por el autor, sino que más bien pareciera ser dejado para el propio desarrollo de cada lector. Nos muestra una punta del inmenso iceberg; nos tira un centro; nos hace un guiño. Nos habla de par a par. Es como si de golpe la historia nos hablara, sabiendo que hay alguien leyendo del otro lado. Y uno puede escuchar o no. Uno lo va a leer, pero quizás no se detenga en esa frase... Hay que hacer un momento de intervalo para poder captar la riqueza de cada frase en la que se ilumina tanta ceguera. Y sin embargo muchas veces Saramago no nos da espacio para hacer esto.

Un momento de intervalo, es un momento en el que nos separamos de los sucesos, de la mera realización de acciones, y dedicamos un momento a la reflexión. Es el esbozo de un pensamiento en el medio de acciones. El intervalo es un momento necesario de deliberación, para que luego podamos actuar en consecuencia de aquello que pensamos. Es en el intervalo en donde más nos humanizamos, en donde salimos del mecanicismo al que estamos acostumbrados para entrar en el mundo al que estamos llamados. Nos diferenciamos de los animales, y nos hacemos más hombres.

Esto es lo que se pierde un poco en el libro, la capacidad de razonar del ser humano... y con ello se pierde al hombre mismo.


"La alegría y la tristeza pueden andar unidas, no son como el agua y el aceite" (Pág. 69Ensayo sobre la ceguera, José Saramago Ed. 2006, Punto de bolsillo, Santillana ediciones)

"Ante la muerte, lo que se espera de la naturaleza es que los rencores pierdan su fuerza y su veneno, cierto es que odio viejo no cansa, y de eso no faltan pruebas en la literatura y en la vida" (Op. Cit. Pág.88)

"Y por lo tanto, libres de hacer lo que quieran, sobre todo el mal, que, como es de conocimiento general, siempre ha sido más fácil de hacer" (Op. Cit. Pág.93)

"El mundo está todo aquí dentro" (op. Cit. Pág.105)

"El llegar a dónde se quiere, depende de dónde se esté" (op. Cit. Pág. 110)

"Es en las adversidades, tanto las probadas como las previsibles, se conocen los amigos" (Op. Cit. Pág.111)